Redacción SDP/Notimex | 11 de Febrero, 2011.
Las redes sociales fueron fundamentales para organizar el movimiento de protestas que llevaron a la caída del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
Por Francisco Trujillo. Corresponsal
Dallas, 11 Feb (Notimex).- La dimisión del presidente egipcio Hosni Mubarak se dio luego de tres semanas de protestas y gritos en la Plaza Tahrir de El Cairo, pero quizás de muchas más voces que se levantaron en todo el mundo a través de las redes sociales en internet.
Desde que inició el movimiento egipcio el pasado 25 de enero para deponer a quien por 30 años ostentó el poder, los manifestantes lanzaron una ola de "hashtags" o palabras claves para unirse en Twitter alrededor de enclaves como "# Jan25", #Cairo, #Mubarak, #Freedom, #Belive y "Egypt" , entre otros.
La forzada dimisión de Mubarak marca un nuevo hito en la historia del desarrollo de las redes cibernéticas y su uso para promover causas políticas o sociales, en una forma tan poderosa que se constituyen en un factor de importancia para remover a un presidente o cambiar un régimen.
Desde el principio, el movimiento anti Mubarak en Egipto fue impulsado por el uso de las redes sociales.
Una parte de las acciones contra el presidente egipcio iniciaron en Facebook con la creación de grupos que rápidamente fueron ganando miles de seguidores y organizando y promoviendo las primeras manifestaciones en la Plaza Tahrir.
Luego, en una especie de segunda etapa, los asistentes a dichas manifestaciones comenzaron a contar sus historias en el mismo momento en que ocurrían los hechos, en una narración colectiva y simultánea que salía al mundo desde celulares y computadoras conectadas a la red.
Los mensajes, fotografías y videos mostraron los episodios de represión y violencia con que el régimen buscó atemorizar y apagar las manifestaciones en su contra.
El gobierno egipcio respondió al activismo en la red clausurando primero el acceso a Facebook y Twitter y después cerrando por completo la conexión a todo el ciberespacio, para pasar a ser el primer régimen que despoja del internet, de un día a otro, a todos sus ciudadanos.
Aunque para entonces, la revolución egipcia ya estaba sembrada en la red y el mundo estaba siguiendo los acontecimientos dentro de ese país, por lo que la acción de censura, repercutió pronto en contra del régimen.
Políticos en Estados Unidos y otros países condenaron el hecho y poderosas compañías en la red como Google y Twitter idearon iniciativas para solventar el cierre de la red en Egipto.
Google, Twitter y SayNow, una compañía de mensajes de voz en la red, lanzaron una estrategia orientada a dar voz a los manifestantes que se habían quedado aislados de internet, para recoger sus protestas y colocarlas en la red.
A menos de 48 de decretarse el cierre de internet en Egipto, las tres compañías crearon "Speak2Tweet", un servicio que permite a cualquier persona que tenga acceso a un teléfono el dejar un mensaje grabado que se convertirá en un "tweet" de voz y circulara por la red y el mundo.
Miles y miles de mensajes fueron grabados y continúan aún siendo recabados este viernes, aunque la gran mayoría de ellos son en árabe y su influencia o repercusión política se limita a quienes hablan esa lengua.
Empero de vez en vez, con acento y sin él, alguien tomaba el teléfono para grabar en el servicio de "Speak2Tweet mensajes en inglés, francés, alemán y otros idiomas.
Tras unos días, también los usuarios de Facebook encontraron formas de evadir el bloqueo cibernético.
De esta forma, a pesar del bloqueo, el movimiento egipcio no se apagó en la red y pudo ser siempre monitoreado de manera continua e instantánea desde el exterior, lo que también influyo hacia el interior, al recibir por las mismas vías los manifestantes en la Plaza Tahrir, las muestras de solidaridad de otras partes del mundo.
Las redes sociales contribuyeron por primera vez a que la cadena de televisión Al Jazeera alcanzara audiencias masivas fuera del mundo árabe, en países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania.
Al Jazeera se valió de sus sitios en internet y de sus transmisiones en diversos idiomas para que su señal fuera vista alrededor del orbe.
Para la cadena de televisión árabe, la revolución egipcia es quizás equiparable o más en alcance de audiencia, al que experimentó la estadunidense CNN cuando transmitió en vivo el bombardeo a Bagdad en el inicio de la Guerra del Golfo Pérsico en enero de 1991.
De nuevo, las redes sociales y los populares sitios de internet como YouTube, han contribuido a que los usuarios de la red alrededor del mundo puedan atestiguar en vivo y directo los movimientos políticos y convertirse en muchos de los casos, en un activista o manifestante más.
Empero, a diferencia de otros movimientos, lo ocurrido en Egipto, vino a mostrar la dificultad de los gobiernos para frenar las voces discordantes en internet y los efectos de las mismas en los ciudadanos.
El Foro de Democracia Personal, un grupo estadunidense no partidista que analiza la interacción de la política y la tecnología ha señalado que internet ha creado una nueva fuerza política que acompaña, complementa e impulsa las manifestaciones en las calles y plazas.
La red ha hecho posible ahora que casi cualquiera pueda convertirse en un publicista, en un organizador comunitario, en un reportero, en un recaudador de fondos o en un activista.
El costo de encontrar personas con ideología similar o seguidores de un mensaje que los atraiga, se ha reducido a casi cero, sostiene el Foro de Democracia Personal.
Al disminuir o eliminar las barreras económicas para entrar al debate político, internet ha energizado a los activistas y ha elevado nuevas voces y nuevas formas de noticias y comentarios, señala.
"Cada vez más gente está descubriendo este nuevo poder y quieren hacerse oír tras años de haber sido tratado como sujetos pasivos de la manipulación mercantil", aseguró el organismo en su manifiesto sobre sus propósitos y objetivos.
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