domingo, 9 de enero de 2011

El atentado contra Gabrielle Giffords y la campaña de odio de la derecha en México

Beam / Columna SDP

El asesinato en masa ocurrido ayer en Tucson, Arizona, es una muestra de lo que puede ocurrir cuando el ambiente político se crispa al máximo gracias al constante bombardeo de una campaña de odio que basa su ideología en el discurso de "ellos contra nosotros".

Arizona, la tierra del grupo armado antiinmigrante y racista de los "Minutemen", de una ley antiinmigrante que tiene ecos del apartheid y cuna de movimientos neo-nazis y de grupos ultraderechistas azuzados por orates como Glenn Beck que se agrupan bajo la bandera del "Partido del Té", fue el lugar en donde ocurrió el primer atentado político de gravedad en los Estados Unidos desde el atentado contra Reagan en los ochenta. Esto no es ninguna sorpresa, más bien se trata de una ley de simple causa y efecto.

Aunque Jared Lee Loughner, el tipo de 22 años que asesinó a seis personas, incluyendo varios adultos mayores y una niña de apenas 9 años de edad, no estaba en sus cabales, su discurso plasmado en videos de Youtube apesta a la retórica del Partido del Té y la paranoia contra las autoridades, el "Gran Gobierno" y las autoridades financieras. Tal parece que años de azuzar a sectores radicales de derechas en los EU mediante radio AM y FOX News por fin han rendido su sangriento fruto.

Lo más preocupante es la posibilidad es que durante las campañas presidenciales rumbo al 2012 en México se repita el escenario del 2006: que la derecha mexicana (Salinas y el PAN) decidan volver a contratar siniestros publicistas extranjeros como Dick Morris y Antonio Sola y que la campaña de odio se recrudezca más aún de la mano de merolicos rabiosos como Pedro Ferriz de Con y Óscar Mario Beteta.

Si piensan que la posibilidad de un atentado político en México es remota, simplemente analicen las declaraciones hechas por Calderón hace apenas unos días, en donde vuelve a llamar "violenta" a la izquierda luego de que se viniera abajo la posibilidad de que el PRD y el PAN fueran en alianza en el Estado de México.

Revivir el discurso de "los pacíficos y los violentos" rumbo al 2012 puede desembocar en una tragedia. Hace falta solo un tipo lleno de odio, o desequilibrado como Jared Lee Loughner para que las cosas terminen en una tragedia. Y si eso pasa, personas como Calderón, Sola, Ferriz de Con y demás serán responsables por haber ayudado a difundir mensajes de odio desde el 2005.

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