martes, 28 de abril de 2009

PANCHO VILLA Y VENUSTIANO CARRANZA

Por MC Ramón Larrañaga Torrontegui

Después de hacer huir a Victoriano Huerta el ejercito constitucionalista entra a la ciudad de México al mando de Venustiano Carranza, pero el antagonismo entre Pancho y Venustiano ya había estallado a principios de Junio de 1914, cuando Pancho Villa rehusó obedecer la orden de Carranza de enviar un contingente de sus tropas a socorrer a Pánfilo Natera, otro general constitucionalista que tenía a Zacatecas sitiada. Por el contrario, Pancho Villa, al mando de la División del Norte, marchó al sitiado pueblo y dirigió personalmente el ataque a la ciudad. Para vengarse, Carranza suspendió todo tráfico ferroviario entre Aguascalientes y Monterrey, eliminando el apoyo logístico de las tropas de Villa.

Al cortársele el suministro de carbón y quedar sus tropas inmovilizadas, Pancho Villa no pudo participar en la campaña final contra las fuerzas federales. Venustiano Carranza no había cesado en su intento por minar la aportación de Pancho Villa a la lucha y éste, obstinadamente, resistía todo intento de Carranza por subordinarlo a él y a sus hombres a la autoridad de Álvaro Obregón y a que se le impusieran los oficiales que debían formar parte de la División del Norte. Mientras tanto, en el campo seguían a pan y agua, Villa estableció contacto con los rebeldes zapatistas en el sur y centro de México. El país quedó así dividido: Carranza en la capital y Villa en la frontera con los Estados Unidos. Por otro lado, José María Maytorena, amigo personal de Pancho Villa, había regresado a Sonora a retomar su viejo puesto de Gobernador. Maytorena encontró oposición por parte de Obregón y los otros militares sonorenses que habían dirigido la campaña en contra de las fuerzas huertistas en el noroeste durante su ausencia. Los elementos para un conflicto civil estaban dados dentro de Sonora y otras regiones del país entre las fuerzas leales a Maytorena y Villa y aquellos que apoyaban a Obregón y a Carranza.

El 22 y 23 de septiembre, Villa y Maytorena repudiaron públicamente la autoridad de Carranza e invitaron a los otros dirigentes constitucionalistas a unírseles. Villa comenzó entonces a desplazar sus tropas hacia el sur. En un intento por limar las asperezas entre los dirigentes revolucionarios, un grupo de generales propusieron una reunión entre los líderes civiles y los oficiales militares que debía realizarse en Aguascalientes el 1 de octubre. Esa ciudad era considerada territorio neutral puesto que en ella no había guarnición de ninguna de las facciones en conflicto. La Convención, así convocada, exigía las respectivas renuncias de Carranza como Primer Jefe y de Pancho Villa como Comandante de la División del Norte. Sin embargo, Eulalio Gutiérrez, el presidente provisional escogido por la Convención designó a Pancho Villa para encabezar las fuerzas revolucionarias combinadas, en tanto que Villa propuso a uno de sus oficiales para comandar la División del Norte. Carranza rehusó renunciar al puesto de Primer Jefe a menos que Pancho Villa se retirase del ejército.

Su exigencia estaba respaldada por Álvaro Obregón y otros generales. La derrota de Pancho Villa a Manos de Álvaro Obregón. A mediados de noviembre de 1914 había estallado la guerra entre quienes querían impulsar hacia adelante la revolución y los que pretendían frenarla (contrarrevolucionarios, latifundistas). Pero ni con la ayuda de Emiliano Zapata, Pancho Villa pudo derrotar a Carranza. Fue batido en Celaya por Álvaro Obregón, general en jefe del Ejercito constitucionalista y gran estratega. Rechazado por la reforzada guarnición de Calles, Pancho Villa, con una pequeña fuerza de aproximadamente 5 000 efectivos avanzó hasta Hermosillo, pero fue derrotado en El Alamito el 13 de noviembre por un columna de constitucionalistas. Expulsada de Aguascalientes, la diezmada División del Norte se vio obligada a retirarse hacia el norte vía Zacatecas y Torreón. Hubo otras derrotas y el antiguo amigo y aliado Venustiano Carranza mandó asesinar a Villa. La revolución mexicana puso a los Estados Unidos en una situación muy difícil. Estaban comprometidos grandes intereses privados y fuertes inversiones de capital que las exigencias revolucionarias del campesinado hacían peligrar. En 1912 el capital estadounidense poseía el 78 por ciento de las minas, el 72 por ciento de las empresas metalúrgicas, el 56 por ciento de la extracción de petróleo y el 68 por ciento del caucho.

Los imperialistas estadounidenses trataban de defender esos intereses privados en México. A lo largo de todo el siglo XIX, aprovechando la debilidad del Estado recién nacido de la lucha contra los colonialistas españoles y respaldados por Porfirio Díaz, se habían apoderado de casi dos millones y medio de kilómetros cuadrados de tierras mexicanas, desde California hasta Florida, incrementando en un tercio su extensión y exterminando a pueblos indígenas enteros. La revolución mexicana fue también un movimiento antimperialista que salvó a su país de caer bajo la dominación extranjera de su vecino del norte. En enero de 1915 el gobierno de Venustiano Carranza adoptó una serie de medidas económicas encaminadas a la defensa de los recursos del país: nacionalizó el subsuelo, los bosques, la tierra y las aguas. Defendiendo el derecho de autodeterminación y la no ingerencia en los asuntos internos de los Estados soberanos, el 26 de septiembre de ese mismo año Venustiano Carranza se pronunció en contra de la doctrina Monroe (Doctrina en que los Estados Unidos se oponen al colonialismo y se autorizan a intervenir en cualquier situación que violase el precepto de "América para los americanos") que los estadounidenses trataban de imponer por toda Latinoamérica. Estados Unidos concentró 100 000 elementos en la frontera y desató varias provocaciones.

Por eso el 9 de abril de 1914 los marines desembarcaron en Tampico y fueron detenidos, lo que Washington consideró como un intolerable agravio a su honor. El presidente Wilson pidió ante el Congreso autorización para invadir México. El 21 de abril de 1914 un contingente de 15 000 elementos desembarcó en Veracruz, otros tantos aguardaban preparados en las costas y 87 buques de guerra imponían un bloqueo a México. El pueblo de Veracruz se levantó en armas contra los ocupantes, que en noviembre se vieron obligados a retirarse a su país. Las relaciones con los vecinos del norte eran confusas. Los Estados Unidos decían haber desembarcado sus tropas para apoyar a Carranza pero Carranza criticó la invasión.Durante los primeros diez meses de 1915 los Estados Unidos dudaron y trataron de mediar entre Carranza y Villa, hasta que finalmente reconocieron diplomáticamente a Carranza y autorizaron a las tropas de éste a penetrar en Estados Unidos para atacar por la espalda a las de Pancho Villa. El 19 de octubre, los Estados Unidos ayudaron a las fuerzas constitucionalistas en Sonora permitiendo a unos 4 000 hombres de Carranza cruzar la frontera, en un momento crítico durante el sitio que los villistas le tenían puesto a Agua Prieta (1 de noviembre de 1915). La respuesta de Pancho Villa no se hizo esperar. A finales de 1915, Pancho Villa en compañía de sus pocos hombres, había regresado a Chihuahua desde donde sigueron la guerra de guerrillas contra los ejércitos constitucionalistas durante cinco años. En enero de 1916, detuvieron un tren en Santa Isabel, capturó a 16 gringos que viajaban en el y los fusiló. En marzo les atacó en su propio territorio, en Columbus, Nuevo México y fusiló a diecinueve estadounidenses. En respuesta, el 15 de marzo un cuerpo expedicionario de 5 000 hombres y un escuadrón de aviones comandados por el general Pershing entraron a México. Entre los invasores estaba un experto en contrainsurgencia, Bill Donovan, uno de los que luego fundaron la CIA. El objetivo era la caza de Pancho Villa. Tres meses después las fuerzas se incrementaron hasta los 26 000 hombres y penetraron 700 kilómetros hacia el sur en el interior de México fracasando en localizar a Pancho Villa. Se encontraron con una encendida resistencia popular. En octubre de 1916 Pancho Villa lanzó un manifiesto llamando a todos los mexicanos a unirse contra los ocupantes. Los invasores tuvieron que replegarse y Pancho Villa se convirtió en el único extranjero que atacó territorio estadounidense.
(enlace a nota en El Debate)