SDP.
El cardenal alemán Joachim Meisner dijo que la comunidad católica en ese país es víctima de " injustas acusaciones".
Berlín.- El cardenal alemán Joachim Meisner declaró hoy que en Alemania hay una ola de "fobia contra los católicos", mientras que el Prefecto de la Congregación de la Fe, Gerhard Ludwig Müller, fue más allá al señalar que hay una atmósfera de "pogrom".
El termino ruso "Pogrom", surgió con fuerza durante los años de la Alemania nazi para referirse a los ataques violentos contra la población judía principalmente, y es una palabra usada contra un sector de la población a la que se quiere aislar o destruir.
Meisner llamó al clero y a los fieles a que soporten con valor "la malevolecia pública y las injustas acusaciones" de que es objeto la Iglesia católica alemana.
Meisner evaluó de esa manera los cuestionamientos y críticas en los medios alemanes de comunicación en las últimas dos semanas porque dos hospitales católicos en Colonia se negaron recientemente a atender a una joven recién violada.
Argumentaron que en casos como ese, un hospital católico no puede recetar la así llamada "píldora para después", que evita un embarazo indeseado.
La médica alemana que le prestó los primeros auxilios a la joven fue la que pidió ayuda para ésta en esos hospitales y les dijo que eso no era problema, porque ella misma le acababa de extender la receta. De todas formas se negaron a atenderla.
El caso desató un gran debate en toda Alemania sobre la actuación de la Iglesia católica en ese caso.
Salió de nuevo a la luz que en los lugares que la Iglesia católica alemana financia se prohibe el divorcio o que en caso de que alguno de los empleados esté casado con una persona divorciada, éste pierde automáticamente el trabajo.
A ello se sumó el escándalo que sigue presente en la mente de los alemanes en cuanto a los abusos sexuales de sacerdotes a jóvenes en Alemania, así como la dureza de las monjas principalmente en hospicios de huérfanos.
Otro caso reciente al que se refirieron las palabras de Meisner fue el de la ruptura de la colaboración de la Iglesia católica alemana con un prominente criminalista alemán para revisar en los documentos internos de la Iglesia para detectar abusos sexuales y las víctimas.
El criminólogo Christian Pfeiffer hizo saber públicamente a finales de enero que se terminaba ese trabajo conjunto porque desde su punto de vista, la Iglesia no estaba dispuesta a abrir en Alemania sus documentos confidenciales sobre el tema.
La colaboración entre esa institución y Pfeiffer buscaba crear de nuevo confianza entre la población alemana en la Iglesia católica, y mostrar que esa institución religiosa estaba realmente dispuesta a limpiar su pasado de sombras en lo que respecta a los abusos sexuales.
La Iglesia católica alemana argumentó que sigue dispuesta a ello y que para eso está buscando otro "socio" con el fin de efectuar la investigación.
El cardenal Meisner consideró, por su parte, que "la decisión con que la Iglesia protege la vida, el matrimonio y la familia", y la defensa de esos valores por parte del Papa y los Obispos "polariza cada vez mas" en Alemania.
El cardenal alemán Joachim Meisner dijo que la comunidad católica en ese país es víctima de " injustas acusaciones".
Berlín.- El cardenal alemán Joachim Meisner declaró hoy que en Alemania hay una ola de "fobia contra los católicos", mientras que el Prefecto de la Congregación de la Fe, Gerhard Ludwig Müller, fue más allá al señalar que hay una atmósfera de "pogrom".
El termino ruso "Pogrom", surgió con fuerza durante los años de la Alemania nazi para referirse a los ataques violentos contra la población judía principalmente, y es una palabra usada contra un sector de la población a la que se quiere aislar o destruir.
Meisner llamó al clero y a los fieles a que soporten con valor "la malevolecia pública y las injustas acusaciones" de que es objeto la Iglesia católica alemana.
Meisner evaluó de esa manera los cuestionamientos y críticas en los medios alemanes de comunicación en las últimas dos semanas porque dos hospitales católicos en Colonia se negaron recientemente a atender a una joven recién violada.
Argumentaron que en casos como ese, un hospital católico no puede recetar la así llamada "píldora para después", que evita un embarazo indeseado.
La médica alemana que le prestó los primeros auxilios a la joven fue la que pidió ayuda para ésta en esos hospitales y les dijo que eso no era problema, porque ella misma le acababa de extender la receta. De todas formas se negaron a atenderla.
El caso desató un gran debate en toda Alemania sobre la actuación de la Iglesia católica en ese caso.
Salió de nuevo a la luz que en los lugares que la Iglesia católica alemana financia se prohibe el divorcio o que en caso de que alguno de los empleados esté casado con una persona divorciada, éste pierde automáticamente el trabajo.
A ello se sumó el escándalo que sigue presente en la mente de los alemanes en cuanto a los abusos sexuales de sacerdotes a jóvenes en Alemania, así como la dureza de las monjas principalmente en hospicios de huérfanos.
Otro caso reciente al que se refirieron las palabras de Meisner fue el de la ruptura de la colaboración de la Iglesia católica alemana con un prominente criminalista alemán para revisar en los documentos internos de la Iglesia para detectar abusos sexuales y las víctimas.
El criminólogo Christian Pfeiffer hizo saber públicamente a finales de enero que se terminaba ese trabajo conjunto porque desde su punto de vista, la Iglesia no estaba dispuesta a abrir en Alemania sus documentos confidenciales sobre el tema.
La colaboración entre esa institución y Pfeiffer buscaba crear de nuevo confianza entre la población alemana en la Iglesia católica, y mostrar que esa institución religiosa estaba realmente dispuesta a limpiar su pasado de sombras en lo que respecta a los abusos sexuales.
La Iglesia católica alemana argumentó que sigue dispuesta a ello y que para eso está buscando otro "socio" con el fin de efectuar la investigación.
El cardenal Meisner consideró, por su parte, que "la decisión con que la Iglesia protege la vida, el matrimonio y la familia", y la defensa de esos valores por parte del Papa y los Obispos "polariza cada vez mas" en Alemania.
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