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Insisten que Benedicto XVI renunció al enterarse de una red de sacerdotes homosexuales, salen a la luz más detalles sobre las fiestas privadas en las que disfrutaban acompañados de prostitutos y se vestían de mujer.
Ahora se cree que los extorsionadores serían miembros de una red de prostitución masculina, quienes trabajaban en una sauna del barrio romano de Quarto Miglio, un spa en el centro de la ciudad, así como en la residencia de un prominente arzobispo.
La evidencia incluye fotografías y videos en donde los prelados son captados vistiendo prendas femeninas e incluso en pleno “acto de sodomía”.
El informe fue entregado a Benedicto XVI el pasado 17 de diciembre por los cardenales Julian Herranz, Joseph Tomko, y Salvatore De Giorgi. Fue entonces que el pontífice decidiera renunciar de una vez por todas a su puesto luego de repasarlo varios meses en su cabeza.
Como ya se había dicho, el informe apunta que dichos sacerdotes habrían faltado a los mandamientos “No robarás” y “No cometerás adulterio”, el último también se ha utilizado en el Vaticano para referirse a las relaciones homosexuales.
El trio de sacerdotes informantes ha sido nombrado por la prensa italiana como los “sacerdotes 007”, y habían sido convocados por Benedicto XVI para realizar investigaciones enfocadas a la corrupción en la Santa Sede.
La existencia de una red de sacerdotes gays no es algo que sorprenda a muchos, pero otros indican que esto puede ser solo la “punta del iceberg” y lo más interesante aún no se revela.
Destacan los videos que fungen como evidencia del informe; en ellos se puede observar a los prelados disfrutando de fiestas privadas, bebiendo y participando en sensuales bailes vestidos como mujeres, además manteniendo relaciones sexuales con prostitutos masculinos, todo en instalaciones propiedad de la Iglesia Católica.
Incluso en algunos casos se logra observar como los curas salen acompañados de sus amantes masculinos justo a tiempo para oficiar misa.
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