viernes, 18 de enero de 2013

Matemáticas se usan en todos los aspectos de la vida pero están desperdiciadas: Centro de Investigación

SDP.
Con las matemáticas se puede pronosticar cómo se diseminará una enfermedad como la influenza; cuál será la producción de un grupo de yacimientos petroleros, señaló Adolfo Sánchez Valenzuela.


Las matemáticas son una herramienta para resolver problemas, pues ayudan a los tomadores de decisiones a aplicar políticas, medidas, corregir rumbos de manera científicamente respaldada, tan verídica o confiable como resulte la calidad de la información o datos empleados para implementar el modelo o simulación.

Adolfo Sánchez Valenzuela, del Centro de Investigación en Matemáticas, señaló lo anterior en el número más reciente de la revista Ciencia, de la Academia Mexicana de Ciencias, al tiempo que lamentó que, empero, las matemáticas estén desperdiciadas.

A manera de ejemplo, se refirió a que en 2009, el brote de influenza provocado por del virus A-H1N1 tomó por sorpresa no sólo a México sino al mundo entero, y la pandemia fue controlada meses más tarde.

Pero debido a que en ese momento no se podía determinar en dónde ni cuándo ocurriría un rebrote, una de las estrategias para predecir su avance en el territorio nacional fue la creación de modelos matemáticos para contar con un monitoreo en red de los casos detectados, así lo informaban algunos diarios en el país.

El especialista explicó que las matemáticas están y las utilizamos en prácticamente todos los ámbitos de la vida, están detrás de todo lo que vemos, tenemos y hacemos en el día a día, "a pesar de que el grueso de la población no tenga una conciencia clara de ello".

Sin embargo, en su artículo titulado: Las matemáticas están en todas partes, Sánchez lamentó que en México aún se deba justificar la importancia y la pertinencia de una mejor capacitación para utilizar efectivamente esta ciencia, "ya no digamos de invertir en grandes proyectos, sino de cubrir y atender las necesidades más elementales".

Mediante esta poderosa herramienta, es posible, por ejemplo, pronosticar cómo se diseminará una enfermedad como la influenza; cuál será la producción de un grupo de yacimientos petroleros o predecir los movimientos y el comportamiento de los mercados, expuso.

Es más, dijo, "se pueden estructurar modelos o anticipar resultados, con grandes márgenes de confiabilidad, para tomar decisiones urgentes o ahorrar costos, aun cuando no se cuente con suficiente evidencia empírica" .

El ex coordinador de la Sección de Matemáticas de la AMC sostuvo que la planta de investigación en este campo aún es pequeña, en particular el número de matemáticos activos en investigación o en aplicaciones tecnológicas.

"Hay menos de mil matemáticos acreditados por el Sistema Nacional de Investigadores, lo cual contrasta enormemente con los mil doctores que se gradúan al año en Estados Unidos en matemáticas puras o aplicadas", puntualizó.

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