Benedicto XVI no viene a México por ninguna agenda de trabajo como Jefe de Estado, se afirma en un artículo.
SDPnoticias.
De acuerdo a un artículo publicado en el International Business Times, escrito por Edmar Ariel Lezama, la visita de Benedicto XVI a México no obedece a ninguna agenda de trabajo como Jefe de Estado sino a una mera muestra de “agradecimiento al país por ser protagonista en la fe católica en América Latina”, por lo que cuestionó la reunión privada que sostendrá con Felipe Calderón Hinojosa en marzo próximo.
Aunque existe un "Derecho Canónico" que le da forma al entramado de la iglesia católica, desde su origen hasta hoy, sacerdotes y cardenales se niegan a reconocer el "Derecho Civil", pues de ninguna manera, aceptan un Estado laico y las políticas que este impone. Los religiosos no creen en la función del Estado, sin importar la postura ideológica que maneje.
En palabras de los cardenales, su sistema de poder es piramidal, donde la figura máxima es un príncipe encarnado en la imagen del Papa en turno; por lo tanto, los cardenales, obispos y sacerdotes en el mundo entregan cuentas a una entidad ajena a los países laicos donde se encuentran.
Justo aquí es donde comienza el primer problema al tratar de empatar los fines del Estado con los de la iglesia, debido a que la conformación de la Nación es a través de un contrato civil, con leyes establecidas, mientras la Iglesia lo hace simplemente vía la fe.
“Si intentamos entender la lógica del encuentro Felipe Calderón con Benedicto XVI, debemos saber cuál es el motivo de la visita del Papa a tierras mexicanas… De acuerdo a la agenda Vaticana, Benedicto estará en México como agradecimiento al país por ser protagonista en la fe católica en América Latina. En dicho documento no se especifica ninguna agenda de trabajo como Jefe de Estado, Jefe del Estado Vaticano”, señalan en el texto.
Y agrega: “No hay ninguna ley mexicana que prohíba la visita de Benedicto a nuestro país, pues aquí se permite la libertad de culto y asociación, pero, también existen otras leyes que garantizan la laicidad del Estado”.
El escrito apunta que si México tolera y permite la asociación religiosa del Papa con clérigos mexicanos, también debería respetarse la otra parte, que es la que prohíbe a Calderón reunirse con Benedicto, ya que al no existir agenda de encuentro de dos Estados, el Presidente está violando la ley “ya que su reunión con el máximo pontífice y dinero público gastado en la recepción, es para goce de un príncipe, una figura con un título nobiliario”.
“Cuando Reyes y Príncipes de España u otro país han visitado México, lo hacen en representación de sus Estados, ya que las leyes así lo permiten. El Rey en España firma la aprobación de los Ministros, da el visto bueno a embajadores y es parte activa de las Fuerzas Armadas, la ley ibérica considera parte del Estado al Rey; el Vaticano es un caso especial, ya que la única forma legal que un Papa sea recibido por otro mandatario, es cuando el líder de la Iglesia viaja como Jefe de Estado, situación que no ocurrirá en marzo”, se indica.
Y apunta: “En términos legales, la visita del Papa a México es permitida, la recepción que se le hará no. Siendo más estrictos en análisis posteriores, es altamente probable que la llegada de Benedicto a América tenga tintes geopolíticos, ya que no es una casualidad que esté en México un par de meses previo a la elección presidencial y después se dirija a Cuba, en medio de sus múltiples problemas económicos y de coqueteo con un cambio de modelo de producción”.
El artículo completo puede leerse aquí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario