domingo, 10 de febrero de 2008

LA MEDIOCRIDAD DEL PAN

(por Víctor Hdz)
Álvaro delgado publicó hace poco un análisis político en el que da punto y seña de las derrotas electorales del PAN desde 2006 hasta la fecha. De TODAS las elecciones estatales que han habido en el país desde 2006. La única elección en donde el PAN tuvo un triunfo fue en la de Baja California. PERO esa elección es cuestionable porque estuvo marcada por la mapachería de Elba Esther Gordillo e inclusive se impugnó. De hecho, estuvo a un tris de que se anulara por la injerencia del gobierno estatal panista y por la guerra sucia. Pero el TRIFE, capitaneado por la cuatita de Martarita Zavala, Maricarmen Alanís, permitió el fraude en BC.

En el resto de las elecciones estatales desde 2006 a la fecha, no hubo ningún triunfo contundente para el PAN. Más bien al revés; el PAN perdió cada vez más gobernaturas, diputaciones y alcaldías. Curiosamente, los partidos del FAP tuvieron más votos que el PAN en varias elecciones, pero no lograron triunfos porque el PRD no quiso ir en alianza en elecciones como las de Zacatecas, en donde el pleito entre Amalia García y Ricardo Monreal dividió al FAP. Pudo el FAP tener un triunfo contundente, pero al PRD le falló la estrategia. Dice Álvaro Delgado:

El sello de la derrota
Álvaro delgado

México, D.F., 6 de febrero (apro).- Felipe Calderón le ha impuesto al Partido Acción Nacional (PAN), en poco más de un año de gobierno, el sello de la derrota electoral.

Los contundentes descalabros del 2007 se le atribuyeron desde el gobierno de Calderón a Manuel Espino, el anterior presidente del PAN, pero los dos primeros compromisos electorales de Germán Martínez sólo ratificaron la tendencia perdedora de ese partido, que inclusive se hundió hasta el cuarto lugar, este domingo 3, en Baja California Sur.

Salvo la gubernatura de Baja California, en la que sólo con la abierta participación del gobierno de Eugenio Elorduy y la operación de Elba Esther Gordillo se frenó al priista Jorge Hank Rhon, el PAN ha perdido todas las elecciones posteriores al 2 de julio del 2006 --17 estatales-- y la votación que Calderón obtuvo oficialmente se ha desplomado sostenidamente.

Las derrotas del PAN se producen a pesar de las variopintas alianzas que ha establecido a nivel de los estados: Con el partido Nueva Alianza (Panal), que encabeza la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo; el Verde Ecologista de México y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Antes de la primera entrega de una gubernatura al PRI, en Yucatán, el PAN observó dos descalabros en el mismo 2006: En Tabasco, donde apenas obtuvo 3 por ciento de los votos, apoyó al priista Andrés Granier y en Chiapas sufrió la segunda derrota consecutiva al aliarse con el también priista Antonio Aguilar Bodegas.

Desde entonces el PAN sólo ha cosechado derrotas en los 17 procesos electorales que ha habido hasta este domingo 3 de febrero; y no se prevén cambios en otras cuatro elecciones estatales que habrá este año --Hidalgo, este 17 de febrero; Nayarit, en julio, y en octubre, Guerrero y Coahuila--, aun cuando ya lo preside Germán Martínez.

La primera gran derrota fue en Yucatán, en mayo del 2007, un proceso que el candidato panista a gobernador, Xavier Abreu --ahora empleado federal, como el exgobernador de ese estado, Patricio Patrón--, afirmó que hubo un “fraude electoral” del PRI.

Con Yucatán, que fue el primer proceso electoral del 2007, comenzó el declive electoral del PAN: Aun cuando conservó su votación respecto a la elección presidencial, perdió ante la candidata del PRI, Ivonne Ortega, quien aumentó en 154 mil sus votos; el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se desfondó.

El PRD, que obtuvo en el 2006 más 125 mil votos, sólo recibió 23 mil en la elección estatal. Es decir, 102 mil yucatecos que votaron por López Obrador decidieron hacerlo ahora por el PRI y su candidata. Y las elecciones en Puebla y Tamaulipas, el 11 de noviembre, rubricaron el pésimo año electoral para el PAN: En el estado gobernado por Mario Marín, apenas ganó una diputación, mientras que en la entidad gobernada por Eugenio Hernández, amigo también de Calderón, el retroceso fue tal que perdió su principal bastión, Reynosa.

Antes, en septiembre, Veracruz fue otro de los signos de la debilidad panista: Sólo ganó dos diputados de mayoría, después de que en las elecciones de hace tres años ganó 14 --una más que el PRI--, y retuvo sólo 30 de los 88 municipios en los que triunfó hace tres años, con una pérdida de 58, entre ellos el puerto de Veracruz y Córdoba, sus bastiones.

El desplome del PAN también fue notable respecto a la elección presidencial del 2006, cuando Calderón quedó en segundo lugar, con un millón 6 mil votos, después de Andrés Manuel López Obrador, quien obtuvo un millón 36 mil, por 727 mil de Roberto Madrazo.

De los municipios más poblados del estado, el PAN sólo retuvo Boca del Río, cuyo candidato es hijo de Miguel Angel Yunes Linares, director del ISSSTE y operador de Elba Esther Gordillo, quien decidió coaligarse con su partido Nueva Alianza al PRI.

Gordillo, dirigente magisterial y de Nueva Alianza, también se alió al PRI en Chihuahua, donde el PAN sólo retuvo --por 300 votos-- el ayuntamiento de la capital y perdió Juárez, un enclave histórico de ese partido.

En la elección de Chihuahua, el PAN logró 524 mil votos con Calderón en la elección del 2006, equivalente al 45 por ciento, pero en la estatal se desplomó: Perdió 143 mil votos.

El PRI, por su parte, se recuperó: En el 2006 obtuvo 342 mil, equivalente al 29 por ciento, mientras que en la estatal, en alianza con el partido de Gordillo, subió a 447 mil votos, es decir, ganó 105 mil votos.

El PRI sumó a sus votos los 20 mil de Nueva Alianza del 2006, pero también de quienes votaron por López Obrador, porque el PRD se desplomó: De los 212 mil que logró con la coalición Por el bien de todos, el PRD-Convergencia apenas lograron 32 mil 500 votos, una pérdida de 180 mil votos.

El Zacatecas, aunque por primera vez ganó la presidencia municipal de la capital, el PAN perdió 50 mil votos respecto de la elección presidencial, mientras que el PRI aumentó apenas 5 mil votos. El PRD, solo, retrocedió 20 mil votos, mientras que el PT, que condujo Monreal, conquistó 73 mil, que de haber habido coalición hubiera arrasado.

En Zacatecas capital, el panista Cuauhtémoc Calderón Galván ganó al candidato del PRD por una diferencia de 4 mil votos, mientras que el PT obtuvo 5 mil. Sumados PRD y PT hubieran ganado al PAN.

Pero en las elecciones que siguieron también se produjo un retroceso para el PAN: Inclusive en dos estados, Durango y Oaxaca, cayó 50% respecto a la elección presidencial.

En Aguascalientes el PAN padeció una de sus peores derrotas, acrecentada por las divisiones internas: Perdió 30 mil votos respecto de la elección presidencial, mientras que el PRI ascendió y le arrebató la capital.

En Oaxaca, entidad en la que de por sí tiene escasa presencia, el PAN se desplomó: Con Calderón logró 226 mil votos, el 16%, pero en la estatal sólo obtuvo 113 mil votos, exactamente la misma cantidad que perdió.

El PRI, aunque arrasó en todos los distritos, disminuyó también su votación respecto al 2006, cuando obtuvo 428 mil, equivalente al 31%: Ahora sólo logró 412 mil, suficientes para obtener el 47%.

El PRD se cayó también rotundamente: De los 620 mil votos que logró López Obrador, ahora sólo recogió 238 mil. Perdió 382 mil votos.

En Baja California, el PAN retuvo la gubernatura sobre el priista Jorge Hank Rhon, pero perdió 50 mil votos respecto a la elección presidencial del 2006, mientras que el PRI ganó 141 mil votos. Aquí el PRD se desplomó otra vez: De los 224 mil que obtuvo López Obrador, ahora perdió 205 mil votos y sólo obtuvo 18 mil.

En las elecciones de Sinaloa el PAN también se desplomó y perdió uno de sus enclaves simbólicos, Mazatlán, mientras que en Tlaxcala, que gobierna el expriista Héctor Ortiz, logró arrancar la mayoría en el Congreso.

En Michoacán el PAN cerró el año de la misma manera que comenzó: Con la derrota, aunque la diferencia fue que el triunfador, el perredista Leonel Godoy, inmediatamente se puso a las órdenes de Calderón.

En Michoacán, el PAN volvió a aliarse con el Panal, de Elba Esther Gordillo, pero también lo hizo con el PRI, cuyos operadores electorales se coordinaron con los panistas allegados a Calderón: El español experto en “guerra sucia” Antonio Solá Reche y el “ingeniero electoral” Jorge Manzanera, actual secretario general adjunto del CEN.


Las derrotas del PAN son indicativas de algo muy obvio: la gente YA NO QUIERE AL PAN. Nunca lo quisieron. Por eso el PAN no ganó las elecciones presidenciales de 2006. Por el hartazgo de la gente con el ese partido. Si de verdad hubiera ganado el PAN las elecciones de 2006, entonces hubiera seguido cosechando triunfos en el resto del país. Pero no fue el caso.

Y ahora ya no le pueden echar la culpa a Manuel Espino por las derrotas del PAN. A poco tiempo de que Germán Mentiras fuera IMPUESTO POR DEDAZO DEL USURPADOR en el CEN del PAN, el PAN ha tenido dos bochornosas derrotas: Baja California Sur y Quintana Roo.

Pero no es sólo por el PELELE que la gente está harta del PAN. También están hartos porque los gobiernos estatales panistas han sido NEFASTOS. Hoy, por ejemplo, El Universal balconea a 4 desgobiernos panistas:

Los grises ex gobernadores panistas

Cuatro ex gobernadores emanados del PAN contemplan el derrumbe de sus carreras políticas debido al pobre desempeño demostrado en su paso por la administración federal

De los corresponsales
El Universal

Domingo 10 de febrero de 2008

Cuatro ex gobernadores emanados del PAN contemplan el derrumbe de sus carreras políticas debido al pobre desempeño demostrado en su paso por la administración federal. Dos de plano ya no figuran en el primer círculo de Felipe Calderón Hinojosa y del otro par poco se sabe de su continuidad.

Como si se desmoronaran sus aspiraciones de seguir en la vida pública, Francisco Javier Ramírez Acuña e Ignacio Loyola Vera regresaron a sus terruños sin hacer aspavientos.

El primero a Jalisco, después de encabezar “tímidamente” la Secretaría de Gobernación, y el segundo a Querétaro, tras aminorar, en su calidad de procurador Federal de Protección al Medio Ambiente, los daños ecológicos producidos por Pemex durante 2007.

También de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez es visto como un insensible de las causas campesinas. Su trabajo como titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), enfrentó la primera manifestación nacional de este sexenio.

En tanto, el guanajuatense Juan Carlos Romero Hicks no termina de borrar la imagen que se ganó a pulso al final de su gestión como gobernador, cuando se adjudicó mañosamente dinero público. Sus logros al frente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) trascienden en un ámbito que poco repercute en el grueso de la población.

Sin embargo, no se descarta que los cuatro políticos traten de encontrar nuevos espacios para reaparecer en la vida nacional.


El Universal no dijo lo más grueso. Loyola (alias "El Firuláis") dejó Querétaro con obras públicas que se estaban cayendo a pedazos. TODAS las obras públicas de su administración como gobernador se tuvieron que auditar o de plano demoler porque estaban mal hechas--eso sí; la lana se gastó a destajo.

Mandriles Pezuña además de negarse a revelar que estaba ganando un sueldo estratosférico como gobernador de Jalisco, fue el responsable de la represión de manifestantes altermundistas en Jalisco, y del SECUESTRO Y TORTURA de gente inocente a quien acusaron sin motivo de causar disturbios el día de las protestas altermundistas. Mandriles Pezuña, nadamás por eso, debería estar tras las rejas.

Romero Hicks también debería estar preso por el escándalo de malversación de fondos. Y lo mínimo que se merece Beto Cárdenas es que lo corran por AGACHÓN; primero ante el fraude que le hizo fecal en la interna del PAN, y luego por ponerse a defender a capa y espada los intereses de Estados Unidos en el TLC aunque esto signifique matar al campo mexicano.

Pero lo más patético no es eso, sino que ese es el tipo de funcionarios que pone el PELELE en su gabinete no por que sean competentes, sino por PAGO POR FAVORES RECIBIDOS. Ah, pero de eso nunca se quejan los medios.

OBVIAMENTE eso es lo que tiene a la gente HARTA del PAN. Y refuerza la CERTEZA de que el PAN hizo FRAUDE ELECTORAL en 2006, ya que la realidad es que NADIE QUIERE VOTAR POR EL PAN. PUNTO.