¿Qué sería de México si los fraudes se hubieran vencido y tanto Cárdenas como Obrador figuraran como presidentes constitucionales? Es posible dilucidar un escenario imaginario con base al plan de acción y la propuesta alternativa de nación que impulsaban ambos personajes. No obstante, lo más palpable es evidenciar las consecuencias de ambos atentados a la democracia: la de 1988 y la de 2006.
Por Luis Alberto Rodríguez / Desde Abajo
La oligarquía perversa festejó este 6 de julio, 20 años del primer magno fraude electoral de 1988 perpetrado por el cúmulo de empresarios y políticos priístas rendidos a los pies de Carlos Salinas de Gortari.
20 años y 40 millones de mexicanos y mexicanas después, la conciencia del fraude persiste flagrantemente luego del 2 de julio del 2006, cuando de la mano del propio Salinas, el Consejo Coordinador Empresarial y la burguesía conservadora en México representada por el Partido Acción Nacional, burlaron la voluntad del pueblo quien votó mayoritariamente por Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales.
¿Qué sería de México si los fraudes se hubieran vencido y tanto Cárdenas como Obrador figuraran como presidentes constitucionales? Es posible dilucidar un escenario imaginario con base al plan de acción y la propuesta alternativa de nación que impulsaban ambos personajes. No obstante, lo más palpable es evidenciar las consecuencias de ambos atentados a la democracia: la de 1988 y la de 2006.
1.- Telmex, el petróleo, la petroquímica, los ferrocarriles, la siderurgia, los puertos, las carreteras y los bancos seguirían siendo propiedad de la nación. A partir de estas privatizaciones, el saqueo de los bienes nacionales se agudizó. Las deudas bancarias a través de la otorgación de créditos y el izamiento de la inflación se dispararon. Se comenzó el camino hacia la crisis social y se abalanzó al pueblo a índices de miseria.
2.- Nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos por venir no estarían endeudados a consecuencia de la legalización del Fobaproa “el triunfo más grande de la corrupción pública y privada en México”.
3.- El sector campesino gozaría de sus ejidos y sus tierras serían productivas, pues no se hubiera echado a andar la llamada “Reforma Agraria” salinista, que no fue más que la privatización del artículo 27 constitucional, el cual obligaba al Estado a dotar de tierras y subsidios al productor, buscando la preservación de la producción nacional agraria y la economía endógena. Con esta reforma, Salinas dio paso a la privatización del campo, obligando a la disolución de los ejidos mediante el régimen de parcelas y la venta de las tierras, obligada por la crisis en el abasto de semillas y recursos para sustentar la producción. Los campesinos fueron abandonados y hoy México sufre de una de las peores producciones agrícolas de la historia.
4.- Al mismo tiempo, de no existir el Tratado de Libre Comercio, firmado entre Bush padre y Salinas, la crisis alimentaria que hoy padece México tendría cauces afirmativos, mediante el estímulo creciente a la producción nacional. No habría libre importación de granos y semillas y las familias campesinas seguirían viendo en el campo su primer ingreso. La migración jornalera no habría recrudecido y miles de muertes de pizcadores no sucederían a causa de los infames condiciones laborales en los campos de cultivo, propiedad de enganchadores clandestinos.
5.- La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y PEMEX no se habrían endeudado en forma sostenida con empresas privadas, la mayoría extranjeras, mediante el esquema de PIDIREGAS, abriendo el paso a la privatización de los energéticos.
6.- El asunto de la privatización de CFE y PEMEX no se estaría discutiendo en mesas redondas en el Senado de la República, puesto que ninguna iniciativa federal de privatización se hubiera presentado, Felipe Calderón no sería presidente y la amenaza de entregar los recursos petroleros a empresas privadas extranjeras sería, quizá, sólo propuestas del PAN o del PRI desde las curules legislativas.
7.- El Ejército seguiría en los cuarteles y, por tanto, se habrían evitado múltiples violaciones a los derechos humanos motivados por soldados. Nadie sabría quién es Ernestina Ascencio Rosario y Castaños, Coahuila, seguiría siendo un paraje tranquilo. Tampoco los veríamos custodiando los 300 distritos electorales del país.
8.- Mario Marín y Ulises Ruíz no serían solapados.
9.- Ignacio del Valle no habría sido sentenciado a 64 años de prisión en un penal de alta seguridad, por defender los ejidos de San Salvador Atenco, de la intromisión privada. Y, junto con él, el Comité Eureka no estaría buscando a los doce desaparecidos políticos de Carlos Salinas; los siete de Ernesto Zedillo; pugnando por la excarcelación de los 400 presos políticos de Vicente Fox y los 75 que a la fecha lleva Felipe Calderón.
10.- 600 perredistas estarían vivos
11.- La gasolina costaría 5.5 por ciento menos en el 2008. El gas 30 por ciento menos; y los productos básicos no habrían aumentado su costo en un 35 por ciento. Así, mientras en diciembre de 2006 una familia requería 818.44 pesos para su adquisición, hoy debe gastar para los mismos artículos mil 103.63 pesos.
12.- La inflación no sería de 5 por ciento.
13.- Algunos componentes de la canasta básica de consumo, como la harina de trigo, no habría pasado de costar 5.25 pesos por kilogramo en diciembre de 2006 a 10.50. Y las lentejas, seguirían costando cuatro pesos y no ocho pesos el kilogramo.
14.- Un litro de aceite que costaba 17.60 pesos, no se vendería en 25.90 pesos. El frijol negro no habría pasado de costar 9.60 pesos a 18 pesos el kilogramo. El huevo no registraría un alza de 60.54 por ciento. El kilo de carne molida podría comprarse en 45 pesos y no en 64
15.- Un paquete de pañales de 71 pesos, no costaría los 90.38 en los que hoy se vende. Del 2006 a la fecha, la canasta básica y sus productos adicionales, podría costar. Mínimo, un 100 por ciento menos.
Esto de no haber sido Carlos Salinas y Felipe Calderón presidentes.
Fuente: Agencias.
