Por Redacción SDP
La revista Proceso, en su número del 9 de noviembre de 2008, dio a conocer la denuncia de un grupo de cineastas de que la película “Cementerio de papel”, en la que actúa unos minutos la activista de los derechos humanos y senadora de la República, Rosario Ibarra, ha sido censurada por Cinépolis, la principal cadena exhibidora en México.
El filme, dirigido por Mario Hernández y adaptado por Xavier Robles de la novela de Fritz Glockner “Cementerio de Papel”, trata sobre los desaparecidos en la guerra sucia en los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo.
Los exhibidores, dice Robles en Proceso, “no han querido distribuirla o han modificado sus condiciones de contratación, o han tardado hasta un año analizando las condiciones de contratación”.
Según Robles, cuando Alejandro Ramírez, dueño de Cinépolis, vio “Cementerio de papel”, dijo: “Si de mi depende, esta película no se va a exhibir en mis salas”
Sólo una empresa distribuidora, Decine (la que distribuyó “Fraude: México 2006” de Luis Mandoki) se halla interesada en “Cementerio de papel”.
En la película, Rosario Ibarra se interpreta a sí misma.
Los cineastas la invitaron a participar porque “Rosario nos da lecciones de valentía, dignidad y honradez… Sólo le escribimos una guía para que siguiera el orden de los diálogos: pero contó con absoluta libertad para decir lo que quisiera y creyera, lo hizo muy bien”.
La senadora dijo a Proceso que aceptó actuar en “Cementerio de papel” porque “aporta una enorme dosis de dignidad y de valor, y eso es justamente lo que necesita el pueblo de México”. Ella aceptó el papel, también, “porque tengo 81 años y medio. Y quiero seguir luchando”.