Si no la tratan “como ser humano” Paquita la del Barrio se va de México.
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La cantante lamenta su proceso legal y el cierre de sus negocios.
México, DF.– Mientras la intérprete de música popular, Paquita “La del Barrio”, continúa cantando al amor y a la traición, advirtió a las autoridades a cargo del proceso que se le sigue por evasión fiscal: “Si no me quieren correr del país, más vale que me traten como ser humano”.
Un sentimiento de vergüenza y depresión se apoderó de la veracruzana a finales del año pasado, cuando fue aprehendida acusada de defraudación fiscal, proceso que a la fecha le significa sentirse “como delincuente”, pues cada ocho días acude a firmar.
“Estar detrás de un escritorio debe ser para servir al público”, dijo tras considerar que las dependencias deben cambiar “un poquito” para servir a la gente como los seres humanos que somos.
“Ojalá que esas personas nunca lo sientan en carne propia, por eso hay que tratar bien a nuestro próximo”, expresó la cantante con el mejor de sus deseos.
En tanto pasa dicho trago amargo, con sus presentaciones en México y Estados Unidos, la intérprete de “Me saludas a la tuya” espera que su restaurante sea reabierto, situación por la que también se quejó ante los medios de comunicación durante una conferencia.
“He tratado que se vuelva a abrir y me ponen muchos `peros’, aunque fui directamente con el delegado político. Es triste ver cómo es la gente: El me remitió con una licenciada, que ella que atendería… pero no me resolvió nada”, expresó.
Francisca Viveros Barradas, como es su verdadero nombre, dijo sentirse defraudada, también, por la clausura del gimnasio propiedad de su hijo, en el cual ella invirtió.
Aunque la multa correspondiente ya está pagada, el establecimiento se mantiene cerrado. “Yo solamente confío en Dios, y mis problemas se los dejó a él”, comentó la cantante de temas como “Rata de dos patas” y “Cheque en blanco”, quien no pudo evitar acompañar sus declaraciones con algunas lágrimas.
La artista, quien los días 23, 24 y 25 de este mes ofrecerá dos funciones diarias con lo mejor de su repertorio clásico y reciente, en el Teatro Blanquita de esta ciudad, dijo además que su trabajo la ha sacado adelante no sólo de manera anímica, sino para mantener a su familia y brindarle educación a sus nietos.
“Es mi trabajo, de ahí comemos y doy gracias a Dios porque puedo estar todavía en pie. Aunque a veces ando flaqueando. Me dedico al trabajo, saco de él lo que tengo, y lo que me interesa es mi público”.
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