Da FCH a Mouriño amplios poderes
Coordina funcionario a secretarios de Estado y mantiene relaciones con sectores sociales
Ernesto Núñez
Ciudad de México (5 abril 2007).- Coordina el gabinete, es el jefe de mil 506 empleados en la Presidencia de la República y el responsable del destino de los mil 608 millones de pesos presupuestados en este año para la operación de Los Pinos.
Sin embargo, no está obligado por ley a rendirle cuentas periódicamente al Congreso de la Unión.
Se llama Juan Camilo Mouriño Terrazo, encabeza la oficina de la Presidencia y desde allí se encarga de la interlocución con los partidos, la coordinación de gabinetes especiales, el cabildeo de reformas legislativas, el diseño de las estrategias de comunicación del Gobierno, la planeación de giras y eventos del Presidente e incluso la operación política en el Partido Acción Nacional.
Con 35 años de edad, Mouriño es algo más que la mano derecha del Presidente Felipe Calderón.
Encabeza un área creada por acuerdo presidencial el 4 de diciembre del 2006, no incluida explícitamente en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, y no tiene --a diferencia de los secretarios de Estado y titulares de empresas paraestatales-- obligación de rendir cuentas al Congreso sobre sus funciones.
Mouriño es el funcionario de más alto nivel en la administración pública después del Presidente Calderón; su cargo está clasificado con la clave GA-1 en el organigrama gubernamental y percibe un sueldo bruto de 205 mil 122 pesos (149 mil 521 pesos netos mensuales), equivalentes a lo que gana un secretario de Estado.
Encabeza las seis coordinaciones en las que se divide la Presidencia desde que Calderón asumió el poder: Secretaría Particular, a cargo de César Nava; Coordinación de Gabinetes y Proyectos Especiales, con Gerardo Ruiz Mateos al frente; Coordinación de Imagen y Opinión Pública, a cargo de Alejandra Sota; Coordinación de Comunicación Social, dirigida por Maximiliano Cortázar; Coordinación de Asesores, que dirige Dionisio Pérez Jácome Friscione, y la Coordinación General de Administración, a cargo de Patricia Flores.
Para crearle este cargo a su asesor más cercano durante la precampaña y campaña presidencial, Calderón echó mano del artículo octavo de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que señala: "El Presidente de los Estados Unidos Mexicanos contará con las unidades de asesoría, de apoyo técnico y de coordinación que el propio Ejecutivo determine, de acuerdo con el presupuesto asignado a la Presidencia de la República".
Dicha ley especifica las secretarías de Estado y las diversas instancias en las que se organizará la administración pública federal, otorgando facultades y obligaciones para los funcionarios de los diversos niveles, pero no menciona ni regula a la Jefatura de la Oficina Presidencial.
Con el acuerdo que publicó el 4 de diciembre en el Diario Oficial, Calderón creó una figura que conjuga las funciones de un jefe de gabinete y un operador político con partidos, gobernadores, alcaldes, sindicatos, sectores sociales, empresarios e incluso iglesias.
En el ámbito interno, el citado acuerdo le otorga facultades para coordinar los gabinetes especiales, el Consejo de Seguridad Nacional, la imagen y opinión pública del Presidente, las giras presidenciales, y para dar seguimiento de las órdenes y acuerdos del Presidente.
Según funcionarios de Los Pinos, Mouriño puede citar a un secretario de Estado o girarle instrucciones por la red.
También es el responsable de conducir y evaluar las tareas de comunicación social de la Presidencia y coordinar la comunicación de las dependencias y entidades de toda la Administración Pública Federal.
En el ámbito externo, el acuerdo presidencial le otorga la facultad de "mantener las relaciones de la Presidencia de la República con instituciones del sector público, privado y social".
Por su oficina han desfilado en los cuatro meses que van de gobierno, coordinadores parlamentarios, líderes de partidos, dueños de medios de comunicación, gobernadores, jerarcas de la Iglesia, líderes sindicales y dirigentes empresariales.
Según testimonios de legisladores de varios partidos, la participación de Mouriño fue visible durante el cabildeo de las reformas a la Ley del ISSSTE.
Y no duden que es este EXTRANJERO el que está tratando por todos los medios posibles de INVENTAR LO QUE SEA con tal de que no se llame a juicio a los militares en el caso de la señora Ernestina.
Obvio: ¿Cómo va a gobernar un mequetrefe que no tiene ni idea de que hacer con el gobierno y que además se emborracha a diario?
Vamos: a felipillo lo que le interesaba nisiquiera era la presidencia, sino hacer negocios hoteleros en el mar de Cortés.
Y por todo eso, ahora alguien tiene que gobernar por él. Ese alguien es Mouriño. Y gracias a ese españolete ahora el país está hecho una porquería.
Por esto y mucho mas es un honor estar con Obrador.
