FARAMALLA
Fabricaron cuidadosamente el fraude electoral para imponer a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa y consecuentemente se negaron a contar voto por voto y casilla por casilla. En el marco de la conspiración, los militares mexicanos que se precian de pertenecer al Ejército del Pueblo no pudieron evitar la indignación al presenciar el humillante papel desempeñado por el Ejército Mexicano para instalar al espurio. Los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas se inventaron una ceremonia fastuosa y solemne –apantallante- diría el común de la gente, fuera de reglamento en la que llevó el papel protagónico el Ejército Mexicano que ignominiosamente impuso al Heroico Colegio Militar la parte servil de la faramalla.
Estos hechos se dan cuando el Alto Mando y consecuentemente los Mandos Superiores están en manos de los Generales Diplomados de Estado Mayor. Al respecto, los antiguos egresados de la Escuela Superior de Guerra podrán decir –en caso que lo estimen procedente- si los actuales diplomados obran de acuerdo a la doctrina de ese instituto, porque es de sobra conocido en el ámbito castrense el afán de los diplomados por conformar una élite en el seno de la institución armada, hay conciencia de que lo lograron al paso del tiempo y a partir del primer Secretario de la Defensa Nacional DEM el Gral. Hermenegildo Cuenca Díaz, reformando para el efecto la Ley de Ascensos y Recompensas.
Lo preocupante es constatar que sus acciones conducen a dar fin al ejército que nació con la Revolución Mexicana, dado que en las actuales circunstancias parecen optar por la clase dominante, por los poderosos, por la oligarquía, por la corrupción , por el clero explotador de la fe de los feligreses, en fin, por los eternos explotadores de la clase menesterosa. De continuar por ese camino, pronto desaparecerá la única institución en la que la Nación guardaba su confianza a pesar de tantos pesares.
Ante el peligro que esa actitud representa, el soldado mexicano -desde los mandos medios hasta la tropa (sin olvidar a los cadetes)- debe mantenerse alerta partiendo de su condición indígena, campesina, obrera, de pequeños comerciantes, de estudiantes pobres, mayormente proletaria, porque pueden ser lanzados contra su propia clase social por los malos militares ahora convertidos en aristócratas por el gobierno de la reacción.
Son malos militares porque se tornaron burócratas, prefieren las oficinas de los Estados Mayores antes que convivir con la tropa, abusan de su autoridad y consideran servidumbre a sus subordinados, no gustan de portar el uniforme de caqui, desconocen la vida en el cuartel, sin embargo gracias a que les llenaron los bolsillos para asegurar su “lealtad” viven en el lujo, son “soldados de chocolate”.
Los verdaderos soldados: los de verde olivo, los que desempeñan los servicios de armas no tienen derecho a ser oídos, se sabe que igualmente tratarán de comprarlos con pequeños aumentos en su haber, que disminuirán los servicios para que disfruten de franquicias, que les concederán beneficios menores por parte del ilegítimo, haciéndoles pensar que las cosas cambiaron como igualmente le quieren hacer creer a la ciudadanía, eso demuestra que no conocen a la gente al suponer que son imbéciles, esto les ha ocasionado fracaso tras fracaso debiendo recurrir en consecuencia a los engaños, a las trampas, a los crímenes y a la represión contra los inconformes, contra la llamada plebe.
Este es el momento de recordarles que el Mexicano, jamás dejará de ser el Ejército del Pueblo. LA PATRIA ES PRIMERO.
Gral. Brig. Ret. Samuel Lara Villa
Por esto y mucho mas es un honor estar con Obrador.