Vean como el PELELE no tuvo otro remedio más que admitir que no puede con el narco a pesar de todos los spots y golpes mediáticos:
No se ha erradicado el narcomenudeo ni las redes de los carteles en el país, admite Calderón
ricardo ravelo
México, D.F. 1 de septiembre (apro).- En materia de seguridad pública y crimen organizado, el informe que presentó el presidente Felipe Calderón destaca un sinnúmero de logros, pero en lo general prevalece la falta de una estrategia eficaz para que el Ejecutivo cumpla su principal objetivo: derrotar al narcotráfico.
Estadísticas, números, decomisos… destacan en el informe, pero el gobierno federal reconoce que aún no ha podido erradicar ni el narcomenudeo ni las redes que en todo el país han tejido los siete cárteles que operan en la República.
En su Informe, Calderón vende los golpes mediáticos, como: las extradiciones a Estados Unidos de los capos; el aseguramiento de los 205 millones de dólares al empresario mexicano de origen chino, Zhenli Ye Gon, y los operativos conjuntos contra el narcotráfico.
A pesar de que al inicio de su gestión, el Ejecutivo federal se comprometió a combatir al crimen organizado, Calderón se limita a desmenuzar acciones contra el narcomenudeo, el lavado de dinero, la erradicación de cultivos ilícitos –marihuana y amapola, principalmente–, así como cuantiosos aseguramientos de drogas sintéticas y precursores químicos.
De los capos del narcotráfico, enuncia los golpes contra los cárteles de Tijuana y Golfo (ambos presuntamente socios) y varias detenciones de “Los Zetas”, el escudo armado del cártel que hasta 2003 encabezada Osiel Cárdenas Guillén.
El Informe se centra, en buena medida, en analizar las fallas en materia de seguridad pública y reconoce que hace falta mayor rigor en las tareas, así como en la capacitación y profesionalización de las policías federales: la PFP y AFI.
No es todo: el mayor problema que se observa en el documento presidencial es la corrupción en los cuerpos policiacos ministeriales, estatales y municipales, donde buena parte de esas corporaciones están al servicio del crimen organizado.
En los nueve meses de gobierno del presidente Calderón, la estrategia contra el crimen organizado se enfocó en la capacitación y modernización de los cuerpos policiacos, así como en su equipamiento con tecnología de punta.
En el rubro relacionado con la “Seguridad Pública”, el Informe presidencial habla del reordenamiento de las policías del país, a través del Programa Nacional de Seguridad Pública, para integrar las coordinaciones en un mando único y así evitar la duplicidad de funciones durante las tareas especiales y el despliegue operativo y cobertura geográfica.
En el documento se reconoce que, a pesar de la existencia de mil 661 corporaciones policiacas en el país –incluidas las federales, estatales y municipales–, los resultados contra la delincuencia y la corrupción no han sido contundentes, lo que ha generado desconfianza y descrédito ciudadano en los policías, ministerios públicos, peritos y autoridades del sistema de justicia penal.
La crisis policiaca es el Talón de Aquiles del actual régimen. Los elementos policiacos, en su mayoría agentes ministeriales y estatales, están al servicio del narcotráfico, según se ha documentado públicamente.
Por ello, la Secretaría de Seguridad Pública creó el Centro Nacional de Control de Confianza, la cual comenzó a operar como unidad responsable de atender las etapas de reclutamiento, selección, evaluación y permanencia de los agentes federales.
También se reorganizó internamente la Policía Federal Preventiva y la Agencia Federal de Investigaciones, con el reclutamiento de más elementos, los cuales están siendo capacitados. De esta manera, la SSP se avocó, con mayores estrategias de control, a combatir la corrupción en las corporaciones federales.
La SSP, de acuerdo con el Informe presidencial, reforzó las medidas para supervisar a las empresas de seguridad privada. Esto fue posible con la depuración del Registro Nacional de Empresas que otorga servicios de seguridad, y la de los elementos policiacos que trabajan en dichas compañías. Todo ello se enmarcó en el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Ante la avasallante violencia del narcotráfico, que se multiplicó por todas partes, el Gabinete de Seguridad trató de superar sus deficiencias, al pretender incentivar las denuncias ciudadanas como una herramienta para combatir al crimen organizado.
Dice la estrategia: “Uno de los mayores retos institucionales en materia de seguridad pública y de procuración de justicia, es la aplicación de políticas públicas más efectivas en materia de prevención del delito, con el fin de fortalecer la cultura de la legalidad. Aun así, los esfuerzos no son del todo satisfactorios: sigue imperando la desconfianza social”.
Sin embargo, el gobierno federal trató de incentivar esa cultura de la denuncia mediante programas alternos, entre otros “Limpiemos México” y Juvenil de Prevención Integral, entre otros.
En el apartado sobre crimen organizado, el Informe presidencial reconoce el elevado índice de violencia generalizada, corrupción y la pérdida de espacios públicos en municipios y congregaciones donde se asegura que el Estado ha perdido poder frente a los narcos.
Otro flagelo igual de peligroso –se asienta– es el narcomenudeo. Expone el documento: “El crecimiento del narcomenudeo en México en los últimos años ha fortalecido la escala de operaciones de los narcotraficantes. Este fenómeno debe revertirse para restaurar el tejido social y combatir la inseguridad y la violencia que genera”.
Al respecto, el Informe establece que el narcotráfico sí se ha combatido, y muestra cifras: de enero a junio de 2007 se logró la destrucción de 12,545.2 hectáreas de mariguana y 7 mil 181 de amapola, por ejemplo.
Destaca también el polémico caso del empresario mexicano de origen chino Zhenli Ye Gon, pero sólo menciona el aseguramiento, en marzo de este año, de los 205 millones de dólares en la casa de Las Lomas. Pero no señala nada de la corrupción generada por Ye Gon en el sistema aduanero del país y sus complicidades políticas para obtener los permisos que le permitían importar cuantiosos cargamentos de pseudoefedrina al país.
Calderón destaca así mismo, las operaciones conjuntas contra el narcotráfico efectuadas en Michoacán, Guerrero, Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Baja California y Veracruz, los estados con mayor incidencia de narcotráfico y violencia.
Afirma que, en operaciones conjuntas, el Ejército, la PFP y la AFI lograron desmembrar siete organizaciones criminales, aunque no resalta la captura de ningún capo de peso. También hubo detenciones y decomisos en la Comarca Lagunera, asiento del cártel de Sinaloa.
Calderón puso especial énfasis en las extradiciones que, en enero de este año, se efectuaron contra varios capos del narcotráfico, entre ellos, Osiel Cárdenas Guillén; los hermanos Gilberto e Ismael Higuera Guerrero, Jesús Héctor Palma Salazar y Gilberto Salinas Doria, entre otros.
Todos estos personajes del crimen organizado fueron extraditados a Estados Unidos. La decisión presidencial generó críticas, debido al velo de ilegalidad que envolvió las extradiciones, pues la mayoría de los capos aún purgaba condenas en México.
Y si no ha podido con el narco ¿Qué está haciendo USURPANDO el gobierno?
Digo, por que si el Chapo Guzmán se pasea por la calle y hasta se casa sin mayor problema --y con la presencia de ex-funcionarios panistas-- ¿Qué carajos es eso de la supuesta "guerra contra el narco" entonces? Pues una mera FARSA.
Una razón mas para apoyar al peje.